Artículos literarios

Sobre Araceli
Desde el corazón del volcán Iztaccíhuatl hasta el resplandor de Arabygdi en Vinje y despuåes a los Alpes de Sunnmøre, Araceli Gutiérrez Olivares escribe como quien invoca.
Poeta mexicana residente en Noruega, su obra traza una travesía entre mundos: el tangible y el invisible, el sueño y la memoria, la ciencia y la fe.
En sus libros —Esencia de un despertar, Singularidad en lo cotidiano, Glaciar, me niego a decirte adiós, Lapislázuli, un sueño y Espiral: Caos ordenado en vuelo— la palabra se convierte en puente entre la materia y el espíritu, entre la raíz y lel cielo.
Su poesía convoca a los elementos: el agua que recuerda, el fuego que purifica, la montaña que enseña, el viento que reza. En cada verso vibra una sabiduría ancestral que enlaza la tradición mexicana antigua con la contemplación de los cielos nórdicos.
Araceli escribe como quien escucha el pulso del universo y lo traduce en canto: la revelación de que todo lo visible es apenas un reflejo de lo sagrado.




















